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No se queja de nada y suele pararse sobre las aguas de algún jardín japonés como desafiando toda lógica.
Sé que mirando lo entiende todo, aún así los desesperados (no suelo ser la única) buscan su oído como agua en los desiertos más extensos.
Tiene muchas cosas que decir y no todos quieren escucharla.. como si la verdad de una persona fuera a lastimar a alguien..
Y así, ella a veces va dando tumbos entre sus libros, aprendiendo de lo que lee y jugando a enseñar.
El egoísmo de algunos a veces le satura las antenas y te grita a su manera que hoy la dejes respirar.
Es que a veces simples palabras -depende de donde vengan- pueden tener semejante peso, suele decir por las noches.
Sus ojos tan curiosos no le permiten apartarse de los problemas que dan vueltas, y así cae agotada.

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